sábado, 3 de noviembre de 2012

Benedicto XVI recuerda a Obispos y Cardenales “amigos del Señor” fallecidos en 2012

VATICANO, 03 Nov. 12 / 11:45 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Benedicto XVI expresó su recuerdo y oración por los Obispos y Cardenales fallecidos en 2012, pidiendo a Dios “misericordioso y justo, que les conceda el premio eterno prometido a los fieles servidores del Evangelio”. En la tradicional Santa Misa en sufragio por los Cardenales y Obispos fallecidos a lo largo del año, que presidió en el Altar de la Cátedra de San Pedro, el Santo Padre recordó de forma especial a los Cardenales John Patrick Foley, Anthony Bevilacqua, José Sánchez, Ignace Moussa Daoud, Luis Aponte Martínez, Rodolfo Quezada Toru?o, Eugênio de Araújo Sales, Paul Shan Kuo-hsi, Carlo Maria Martini y Fortunato Baldelli. El Papa señaló que los Cardenales y los Obispos fallecidos fueron “amigos del Señor que, confiando en su promesa, aún en las dificultades y persecuciones, mantuvieron la alegría de la fe, y ahora moran para siempre en la casa del Padre y disfrutan de la recompensa celestial, llenos de felicidad y de gracia”. “Los Pastores que recordamos hoy, en efecto, sirvieron a la Iglesia con fidelidad y amor, afrontando pruebas a veces duras, con el fin de asegurar atención y cuidado al rebaño a ellos confiado”. Benedicto XVI dijo que los Pastores fallecidos “en la variedad de sus dones y competencias, dieron ejemplo de cuidadosa vigilancia y de sabia y celosa dedicación al Reino de Dios, brindando una valiosa contribución a la época post-conciliar, tiempo de renovación de toda la Iglesia”. El Papa subrayó que “las tumbas nos hablan de la vida de los fallecidos”, y añadió que “es como si cruzáramos un umbral inmaterial y entráramos en comunicación con los que allí custodian su pasado, alegrías y dolores, derrotas y esperanzas”. El Santo Padre también remarcó que “el ser humano de toda época busca un rayo de luz que alimente la esperanza, que hable de vida”. “Respondemos con la fe en Dios, con una mirada de esperanza sólida que se funda en la Muerte y Resurrección de Jesucristo. Entonces, la muerte abre a la vida, a la vida eterna, que no es una duplicación infinita del tiempo presente, sino algo completamente nuevo”. El Papa indicó que “la fe nos dice que la verdadera inmortalidad a la que aspiramos no es una idea, un concepto, sino una relación de comunión plena con el Dios vivo: es estar en sus manos, en su amor, y llegar a ser uno en Él con todos los hermanos y hermanas que Él ha creado y redimido, con toda la creación”. “Nuestra esperanza descansa entonces en el amor de Dios que brilla en la Cruz de Cristo, y que hace resonar en el corazón las palabras de Jesús al buen ladrón: ‘Hoy estarás conmigo en el paraíso’”. “Ésta es la vida en su plenitud: la vida en Dios, una vida que ahora sólo podemos vislumbrar, como se puede ver el cielo azul a través de la niebla”. El Papa señaló que “nuestros hermanos cardenales y obispos, que estamos conmemorando, han sido amados con predilección por la Virgen María y han correspondido a su amor con devoción filial”. “A su intercesión maternal, queremos hoy encomendar sus almas, para que Ella los introduzca en el Reino eterno del Padre, rodeados de sus numerosos sus fieles, por quienes gastaron sus vidas”. Benedicto XVI pidió que “con su mirada amorosa, María vele sobre ellos, que ahora duermen el sueño de la paz esperando la bienaventurada resurrección. Elevemos a Dios nuestra oración por ellos, sostenidos por la esperanza de volver a encontramos todos algún día, unidos para siempre en el Cielo”.

Benedicto XVI: Biografía

Lugar de su nacimiento. Ciudad de Marktl en Alemania El Cardenal Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927, un Sábado Santo en Marktl am Inn, diócesis de Passau, Alemania; y fue bautizado ese mismo día. En sus memorias, reflexionando sobre el hecho, dice: “ser la primera persona a ser bautizada en el Agua Nueva de la Pascua era visto como un acto muy significativo por parte de la Providencia. Siempre me he llenado de sentimientos de gratitud por haber sido inmerso en el Misterio Pascual de esta manera;...cuanto más lo reflexiono, tanto más me parece apropiado a la naturaleza de nuestra vida humana: aún esperamos la Pascua definitiva, aún no estamos en la plenitud de la luz, pero hacia ella caminamos llenos de confianza.” A Ratzinger se le hace difícil decir cuál es propiamente su pueblo natal. Al ser su padre miembro de la policía rural, era frecuentemente trasladado, y toda la familia con él, así, muchas veces tuvieron que ponerse en camino. En 1929 la familia Ratzinger se muda a Tittmoning, pequeño pueblo a orillas del río Salzach, en la frontera con Austria. En diciembre de 1932, debido a la abierta crítica de su padre hacia el nacional-socialismo, la familia Ratzinger se ve obligada a mudarse a Auschau am Inn, al pie de los Alpes. En 1937 el padre del Cardenal Ratzinger pasa al retiro y se muda con toda la familia a Hufschlag, en las afueras de la ciudad de Traunstein, donde Josef pasaría la mayor parte de sus años de adolescente. Es aquí que inicia sus estudios en el Gymnasium de lenguas clásicas, donde aprende latín y griego. En 1939 entra al seminario menor en Traunstein, dando el primer paso en su carrera eclesiástica. En 1943 como miembro del escuadrón antiaéreo de la milicia alemana En 1943, él y todos sus compañeros de clase son reclutados al Flak (escuadrón antiaéreo), sin embargo, les es permitido asistir a clases tres veces por semana. En septiembre de 1944, habiendo alcanzado la edad militar, Ratzinger es relevado del Flak y regresa a casa. En noviembre pasa por el entrenamiento básico en la infantería alemana, mas debido a su pobre estado de salud, es exceptuado de buena parte de los rigores propios de la vida militar. En la primavera de 1945, mientras se acercan las fuerzas aliadas, Joseph Ratzinger deja el ejército y regresa a su casa en Traunstein. Cuando finalmente llega el ejército americano hasta su ciudad, establecen su centro de operaciones en casa de los Ratzinger, identifican a Josef como soldado alemán y lo envían a un campo de prisioneros de guerra. El 19 de junio de ese mismo año es liberado y regresa al hogar en Traunstein, lo sigue su hermano Georg en julio. En noviembre, tanto él como su hermano mayor Georg, reingresan al seminario. En 1947 Ratzinger ingresa al Herzogliches Georgianum, un instituto teológico ligado a la Universidad de Munich. En 1951, el 29 de junio, Joseph y su hermano Georg son ordenados sacerdotes por el Cardenal Faulhaber en la catedral de Freising, en la Fiesta de los Santos Pedro y Pablo. En 1955 como conferencista de teología en Fresig, Alemania Desde 1952 hasta 1959, es miembro de la Facultad de la Escuela Superior de Filosofía y Teología, en Freising. En 1953 recibe su doctorado en teología por la Universidad de Munich. Relacionado con el doctorado, publica su primer trabajo importante:”Volk und Haus Gottes in Augustins Lehre von der Kirche” (El Pueblo y la Casa de Dios en la doctrina de Agustín sobre la Iglesia). Ratzinger dedica su “Habilitationsschrift” –trabajo original de contribución a la investigación, con la finalidad de habilitarse para la docencia universitaria– a la revelación y a la teología de la historia de San Buenaventura. En abril de 1959 Ratzinger se inicia como Profesor Principal del teología fundamental en la Universidad de Bonn. En agosto de ese año, su padre es convocado a la Casa del Padre. Desde 1962 hasta 1965 asiste a las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II en calidad de perito, como consejero teológico principal del Cardenal Frings de Colonia. En 1963 se traslada a la Universidad de Münster, y en diciembre de ese año, fallece su madre. En 1966 es nombrado profesor de teología dogmática en la universidad de Tübingen. Su nombramiento es fuertemente apoyado por el profesor Hans Küng . Ratzinger había conocido inicialmente a Küng en 1957 en un congreso de teología dogmática en Innsbruck. Luego de revisar el trabajo doctoral de Küng sobre Karl Barth, dice Ratzinger: “Tenía muchas preguntas que hacerle al respecto de este libro, pues, a pesar de que su estilo teológico no era el mío, lo había leído con placer y el autor me había suscitado respeto, pues su apertura y su rectitud me gustaron bastante. Así se estableció una buena relación de amistad, aún cuando poco después...una seria discusión comenzó entre nosotros acerca de la teología conciliar.” En 1968 un ola de levantamientos estudiantiles barrió Europa, y el marxismo rápidamente se convirtió en el sistema intelectual dominante en Tübingen, adoctrinando no sólo a buena parte de sus estudiantes sino inclusive al cuerpo docente. Siendo testigo de esta subordinación de la religión a la ideología política marxista, Ratzinger anota: Existía una instrumentalización por parte de las ideologías que eran tiránicas, brutales y crueles. Esa experiencia me dejó claro que el abuso de fe debía ser precisamente resistido si se quería mantener el querer del Concilio. En 1969, desencantado por su encuentro con la ideología radical de Tübingen, se traslada de regreso a Baviera, donde asume un puesto de profesor en la Universidad de Ratisbona. Luego es nombrado Decano, Vicepresidente. Ese año también es nombrado Consejero Teológico de los Obispos alemanes. En 1972, Ratzinger, con Balthasar, De Lubac y otros lanzan la publicación teológica Communio, une revista periódica de teología católica y cultura. Como Arzobispo de Munich y Freising, Alemania En marzo de 1977, es nombrado Arzobispo de Münich y Freising, convirtiéndose en el primer sacerdote diocesano que luego de 80 años, asumía el encargo de tan vasta e importante arquidiócesis. Es urgido por su confesor a aceptar el cargo y escoge como su lema episcopal la frase de la carta de Juan, “Cooperador de la verdad”, y razona: “Por un lado, me parecía ser la relación entre mi tarea previa como profesor y mi nueva misión. A pesar de todas las diferencias de modo, lo que estaba en juego y seguía estándolo era seguir la verdad, estar a su servicio. Y por otro lado, porque en el mundo de hoy, el tema de la verdad ha desaparecido casi totalmente, pues aparece como algo demasiado grande para el hombre, y sin embargo, todo se desmorona si falta la verdad”. Es consagrado el 28 de mayo por el Obispo de Würzburg, Josef Stange. En junio de ese mismo año, es creado cardenal presbítero por el Papa Pablo VI, y recibe el título de S. Maria Consolatrice al Tiburtino. Ese año también, asistió a la IV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el Vaticano. En 1978 participó en el cónclave del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I, quien lo nombra enviado especial del Papa al III Congreso Mariológico Internacional, en Guayaquil, Ecuador, del 16 al 24 de septiembre. En octubre de ese año, participa en el Cónclave que elige a Juan Pablo II. En 1980 Ratzinger es nombrado por Juan Pablo II a presidir el Sínodo especial para los laicos. Poco después, el Papa lo invita a encargarse de la Congregación para la Educación Católica. Ratzinger declina, pues considera que no debe dejar tan pronto su misión en Münich. En 1981, en noviembre, acepta la invitación del Papa para asumir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y Presidente de la Comisión Teológica Internacional. El 15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Münich-Freising. En 1983 asistió a la VI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. Fue uno de los tres presidentes delegados; miembro del secretariado general, de 1983 a 1986. En 1985 asistió a la II Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano. Desde 1986 presidió la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, que luego de 6 años de trabajo (1986-92) presentó el Nuevo Catecismo al Santo Padre. En 1987 asistió a la VII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. En 1990 asistió a la VIII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. En 1991 asistió a la I Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. En 1993 fue elevado a Cardenal Obispo del título de la sede suburbicaria de Velletri-Segni. En 1994 asistió a la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, y a la IX Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, también en la Ciudad Vaticana. En 1997 asistió a la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. En 1998 asistió a la Asamblea Especial para Asia del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. Elegido vice-decano del Colegio Cardenalicio, el 9 de noviembre de 1998. Ese mismo año, asistió a la Asamblea Especial para Oceanía de Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano, del 22 de noviembre al 12 de diciembre. En 1999 fue enviado especial del Papa a las celebraciones por el XII centenario de la creación de la diócesis de Paderborn, Alemania, el 3 de enero. En octubre de ese mismo año asistió a la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano. 19 de abril de 2005, día en que fue elegido Papa, escogiendo llamarse Benedicto XVI. En noviembre de 2002, el Santo Padre aprueba su elección como Decano del Colegio Cardenalicio. Hasta la muerte de Juan Pablo II era miembro de la Secretaría de Estado; de las Congregaciones Iglesias Orientales, Culto Divino y Sacramentos, Obispos, Evangelización de los pueblos, Educación católica; así como de los Pontificios Consejos para la Unidad de los cristianos y del de Cultura; de las Comisiones para América Latina y Ecclesia Dei. Recibió por encargo del Santo Padre, la reflexión del Via Crucis durante la Semana Santa de 2005. Fue elegido Papa el 19 de abril de 2005, convirtiéndose en el Pontífice número 265, sucesor de Juan Pablo II "El Grande". Escogió el nombre de Benedicto XVI. Doctorados: * 1984 Doctor Honoris Causa por el College of St. Thomas in St. Paul / Minnesota * 1985 Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Eichstätt * 1986 Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Lima * 1986 Doctor Honoris Causa por la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima * 1988 Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Lublin * 1998 Doctor Honoris Causa por la Universidad de Navarra enPamplona. * 1999 Doctor Honoris Causa por la Universidad Libre Maria SS Assunta (LUMSA) en Roma. * 2000 Doctor Honoris Causa por la Facultad de Teología de la Universidad de Wroclaw

AÑO DE LA FE

El Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. Al anunciar el Año de la Fe, el Papa dijo que este tiempo busca "dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia, para conducir a los hombres lejos del desierto en el cual muy a menudo se encuentran en sus vidas a la amistad con Cristo que nos da su vida plenamente". Benedicto XVI convocó al Año de la Fe con la Carta apostólica Porta fidei del 11 de octubre de 2011. Cómo celebrarlo: * Oración para cada día del Año de la Fe * En la Iglesia Universal * En las Conferencias Episcopales * En las Diócesis * En las Parroquias / Comunidades / Movimientos / Asociaciones

LA IGLESIA CATOLICA

La Iglesia católica apostólica[1] es la iglesia cristiana más grande del mundo.[2] La Iglesia católica se considera a sí misma como un "sacramento", como un "signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano", en cuanto ella misma se declara fundada por Cristo. La Iglesia católica se conoce como Iglesia Católica Apostólica Romana o como Iglesia Católica Romana. Católica es término originario del idioma griego que significa universal. Se hace esta distinción en relación a otras iglesias cristianas, como la Comunión Anglicana y las Iglesias Ortodoxas, las cuales se refieren a sí mismas dentro de la única "Iglesia, una, santa, católica y apostólica" del Credo y que también serían católicas (tanto en sentido etimológico como en todo el contenido del término dado que se dirigen a prosélitos de todo el mundo). La diferencia de esas iglesias ortodoxas respecto de la Iglesia católica romana consiste en situarse fuera de la autoridad del Papa, o bien se trata de personas procedentes de países en los que el habla ha adoptado esta expresión debido al uso intenso por parte de comunidades relevantes de anglicanos y otros protestantes y de ortodoxos. Existen Iglesias en plena comunión con el obispo de Roma que, al tener tradiciones litúrgicas distintas, no añaden el término "Romana". Por lo tanto, para englobar a las Iglesias orientales católicas y la Iglesia Católica Romana se usará el término más general Iglesia Católica, tal como está en el título del artículo. En los países en los que el culto católico es mayoritario, a la Iglesia católica se le conoce normalmente con el término la Iglesia, término que en países como Suecia se aplicaría a la iglesia nacional luterana, o en Rumania, Bulgaria, Montenegro, Serbia, Georgia, Rusia, Albania, Etiopía, Armenia, la ex República Yugoslava de Macedonia o Grecia, a la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa. Según una larga tradición, existen otros términos para referirse a la Iglesia católica, tales como Sacramento de Cristo, Pueblo de Dios, Cuerpo místico de Cristo, Esposa de Cristo, Jerusalén de arriba, edificación de Dios,[4] Barca de Pedro o Nave de salvación.[5] A la Iglesia católica pertenecen todos los bautizados según sus ritos propios y que no hayan realizado un acto formal de apostasía.[6] La Iglesia católica tiene como cabeza al obispo de Roma, el Papa, que recibe el trato honorífico de "Su Santidad". Según el dogma católico,[7] el primer papa fue Pedro; el actual es Benedicto XVI, nombre adoptado por el Cardenal electo Joseph Ratzinger. La Iglesia católica tiene su sede central en Roma, donde se encuentra la Sede Apostólica; relacionada con la Sede está el Estado de la Ciudad del Vaticano (Status Civitatis Vaticanæ, en latín y oficialmente; Stato della Città del Vaticano, en italiano), un enclave dentro de la ciudad de Roma, que funciona como un estado independiente y reconocido internacionalmente. Si bien el Estado Vaticano está estrechamente ligado a la Sede Apostólica, se trata de entidades distintas, ya que el Estado Vaticano es un poder temporal (gobernado directamente por el papa), mientras que la Sede Apostólica es entendida por los católicos como poder espiritual. En la Ciudad del Vaticano se encuentran las instituciones (llamadas dicasterios) que ayudan al papa en el gobierno de la Iglesia.